FENG SHUI

El Feng Shui es más antiguo que el taoísmo y es el arte chino de la ubicación. Su objetivo es lograr que nuestro hogar sea nuestro paraíso.

El Feng Shui trabaja el Chi, la energía vital que reside en todos los elementos y significa viento y agua.

Podemos imaginar que el Chi se mueve como el agua, si hay un obstáculo lo rodeará o pasará por encima. Es transparente como el viento porque no lo podemos ver, solo podemos apreciar los efectos que ejerce en nosotros.
En oriente, a la hora de edificar una nueva casa, tienen muy en cuenta esta disciplina. El Feng Shui en arquitectura asegura un mejor flujo del Chi desde la estructura del edificio, además de aplicarlo después en el interior, por lo que los efectos son mucho más potentes.

El verdadero desafío reside en equilibrar la corriente del Chi para lograr con satisfacción nuestros objetivos. Una vez conseguido ese equilibrio del Chi, controlando que no sea ni muy rápido ni muy lento, el entorno se trasforma y se llena de energía positiva, creando ambientes armoniosos.

Si deseamos incrementar nuestra abundancia, mejorar nuestras relaciones personales, conseguir ese trabajo que siempre deseamos, mejorar la salud… en todos estos aspectos es donde el Feng Shui nos puede ayudar.

¿Cómo trabajamos el Feng Shui?

Para poder tener éxito en el buen flujo del chi, primero debemos crear unos cimientos sólidos que, para este arte, significan orden y limpieza.

Debe reinar el orden en todos los rincones de nuestro hogar, ese orden que nos permite encontrar algo fácilmente en cuanto necesitamos algo concreto. Que al abrir un armario podamos, de una ojeada, visualizar qué elementos hay y dónde se encuentra el que busco.

Podemos tener varios días algo en una mesa porque estamos usándolo y queremos tenerlo a mano, pero no debe estar ahí semanas si no está haciendo una función que me facilite el día a día.

Después debemos tener en cuenta los principios básicos del Feng Shui: Todo está vivo, todo está relacionado y todo cambia.

Una vez hemos establecido esos puntos básicos podemos centrarnos en el equilibro del Yin y el Yang, lo que nos ayuda al equilibrio personal.

El Yang se centra en lo que nos influye desde el exterior para equilibrar a su vez el Yin, nuestro interior.
El Yin y el Yang son las fuerzas de la naturaleza de las que nacen los 5 elementos:
Fuego, Madera, Tierra, Agua y Metal.

Todos los objetos que tenemos en nuestro hogar pertenecen a uno de estos 5 elementos. Equilibrando la presencia de todos ellos logramos un buen Feng Shui y, con ello, influir directamente en nuestra vida y objetivos.

Feng Shui y la decoración de casas

La decoración está muy relacionada con el Feng Shui.
Como hemos nombrado antes, todo lo que tenemos en casa pertenece a uno de los 5 elementos y el equilibrio de todos ellos nos asegura una buena armonía.

Las formas, los colores, las texturas… nos permiten un sin fin de combinaciones para lograr ese equilibrio deseado. Teniendo en cuenta a qué elementos pertenece cada mueble, cada color de pared, los estampado de una cortina, podemos armonizar el Feng Shui y lograr que el Chi fluya armónicamente y en la dirección deseada.

cortinas al viento

¿Por qué necesitas el Feng Shui?

Si has leído los textos anteriores, habrás hecho un acercamiento a lo que és el Feng Shui y cómo nos puede ayudar en nuestra energía.

Si sientes que algún aspecto de tu vida está estancado, que no fluye o que no es como te gustaría que fuera, puede que no estés prestando atención al Chi de tu casa.

Nuestra casa, junto con nuestro lugar de trabajo, es donde más tiempo pasamos y la energía que hay en estos lugares nos afecta directamente.
Para poder mejorar esos aspectos de nuestra vida recurrimos al Mapa Bagua.

Este mapa , habiendo aplicado previamente los principios del Feng Shui, nos ayuda a equilibrar en cada zona correspondiente del mapa la energía para enfocarla en un objetivo concreto.

Puedes empezar aplicando el Feng Shui y el mapa bagua en tu habitación, ya que solemos pasar más tiempo en ésta, aunque sea durmiendo la mayor parte del tiempo, pero precisamente el descanso es muy importante en nuestro día a día.

Por ejemplo, empieza identificando si tienes algún espejo en ella.
¿Dónde está localizado y qué refleja? Si desde tu cama ves tu reflejo deberías cambiar la dirección del espejo o cubrirlo cuando duermas.
Estos pequeños cambios pueden significar una mejora en nuestro descanso.

Como el espejo, hay muchos otros elementos que interfieren en nuestra energía y cuando cambiamos aquellos que no son beneficiosos conseguimos buenos resultados.